El ministro del Interior, Roberto Maroni, ha dicho que la Comisión Europea había negado a Italia el permiso para aplicar un plan de este tipo en el pasado, pero que reanudaría la presión para que se produzca un cambio en la reunión de ministros de Interior de la UE el próximo 6 de septiembre.
Italia quiere expulsar a los ciudadanos de otros países de la UE que vivan únicamente de los beneficios estatales, dijo el sábado el Ministerio del Interior, una decisión que ampliaría las medidas contra los gitanos que han sido calificadas de discriminatorias por los grupos derechos humanos.
El ministro del Interior, Roberto Maroni, ha dicho que la Comisión Europea había negado a Italia el permiso para aplicar un plan de este tipo en el pasado, pero que reanudaría la presión para que se produzca un cambio en la reunión de ministros de Interior de la UE el próximo 6 de septiembre.
Francia envió esta semana en aviones a docenas de gitanos a Rumanía en una repatriación masiva que asegura que es voluntaria, aunque algunos dijeron que fueron coaccionados para marcharse.
Elogiando la medida de Francia, Maroni, de la Liga Norte - un partido antiinmigración -, dijo que la deportación obligatoria de gitanos que no cumplían los requisitos básicos debería permitirse ahora.
"Sí, expulsiones como las de los inmigrantes ilegales, no repatriaciones voluntarias o asistidas", ha dicho Maroni al 'Corriere della Sera' en una entrevista publicada el sábado.
"Naturalmente, sólo para quienes violan las normas de requisitos para vivir en otro país miembro (de la UE): un nivel mínimo de ingresos, viviendas adecuadas y no ser una carga para el sistema de seguridad social del país que los acoge. Muchos rumanos son ciudadanos de la UE pero no respetan ninguno de estos requisitos", ha añadido.
La política se aplicaría a los ciudadanos de la UE no italianos que no cumplen ciertos criterios, no sólo a los rumanos, dijo Maroni cuando se le preguntó si un plan así sería discriminatorio.
"En todo caso, el problema es algo más: a diferencia de en Francia, muchos romaníes y sintis tienen aquí nacionalidad italiana. Tienen el derecho de quedarse. No puede hacerse nada", ha añadido.
"Racismo"
Los comentarios de Maroni fueron denunciados de inmediato por la oposición, incluido el partido Italiano de los Valores que dijo que el plan sonaba racista.
"El Gobierno está haciendo un uso racista, discriminatorio y distorsionado de principios como el derecho a la seguridad y el respeto de la ley", dijo Leoluca Orlando, portavoz de la Italia de los Valores, en un comunicado.
"Ante una actitud claramente discriminatoria hacia los gitanos que son ciudadanos de la UE, nos vemos forzados a hablar de un respeto falso a la legalidad y una degeneración de las normas europeas", añadió.
El Gobierno de centroderecha del primer ministro Silvio Berlusconi ha recibido acusaciones similares de partidos de la oposición y de grupos de derechos humanos con sus políticas para erradicar la inmigración ilegal y el delito.
Muchos italianos asocian a los romaníes, en particular, con el delito y la mendicidad. El año pasado el alto comisariado del Consejo de Europa para los derechos humanos dijo que los romaníes y los sintis en Italia estaban sujetos a un "clima persistente de intolerancia".
En 2008, el Gobierno de Berlusconi propuso tomar las huellas de los romaníes y sus hijos, pero esa medida fue parcialmente desechada tras una lluvia de críticas. Finalmente la policía se iba a aplicar primero a quienes viven en Italia y no pueden proporcionar su identificación, antes de extenderse a todos los residentes con documentos de identidad.
El año pasado, forzar a los niños a mendigar fue considerado un delito penado con cárcel, una medida que se considera que va contra los gitanos.
Berlusconi acusa a la izquierda de querer "una invasión de extranjeros". Desde la llegada al poder de su Gobierno ha convertido la entrada ilegal y la residencia un delito penal y rechazado los barcos de inmigrantes que se dirigían hacia Italia.
Fuente: "LaInformación.com"
