4 de diciembre de 2009

¡En Navidades no compres, ADOPTA!


PECTA

Las calles comienzan a reflejar el espíritu de la navidad: cálidos colores,
innumerables luces, tiendas a rebosar…
La realidad oculta de todo este afán por ser mejor persona no es más
que una máscara tras la cual se oculta el maquiavélico capitalismo, que
abraza
con fuerza al exacerbado consumismo ¿Por qué? Sencillamente porque se ha
cultivado, gracias a una explotación que poco a poco no tendrá precedentes,
una
tras otra sobreproducció n en mil y un artículos de regalo. El problema
parece
serio aunque la mayoría se contenta con ver un lacito rojo sobre el mismo;
sin
embargo, todo esto va más allá. En un afán experimental padres poco adultos
consideran oportuno regalar a sus hijos una mascota. Así estimaran cómo
avanza
la evolución de responsabilidad del joven, todo ello acusado en los
sentimientos de otro ser vivo, que no tiene más caché que el de tener dueño.
Todos
sabemos que los niños tienen una ilusión momentánea, atrapan con fuerza un
juguete, lo zarandean, aprietan, revolean, retoman, le dan una patada y
adiós,
a otra cosa. Despertad, un animal no es un juguete, no vale con ponerle
pilas
nuevas para que funcione. Estáis educando en la más absoluta y sádica
inocencia. Consentís que vuestro hijo no se contente con nada, y no solo
eso,
sino que estime oportuno, siempre que pueda, autosatisfacerse a pesar que
otros
sufran por ello, y ese no es el camino. Por ello, os animamos a ser dignos
tutores, a adoptar un animal que verdaderamente lo necesita, pues su vida
depende de ello. A educar a los pequeños en el amor sincero, en la
compasión,
en el sacrificio y la adecuada responsabilidad. Así ellos sabrán que un
perrito
puede convertirse en su mejor amigo, y corresponderle como tal.

ENLACE